
"Hagamos que tener una vida
digna deje ser cuestión
de suerte"
En Navidad celebramos el nacimiento
del Hijo de Dios y, con Él, renace en nosotros la bondad, la
humanidad y la capacidad de perdonar y amar, recuperando nuestra dignidad de hijos e
hijas de Dios. Esa dignidad, que nos hace iguales, se quiebra cuando dejamos de reconocer la
de los demás: cuando vulneramos sus derechos, limitamos su
libertad o miramos hacia otro lado.


